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ARTÍCLES
parece querer despertarme, y mis ojos no pueden dejar
de contemplar aquello. El silencio es místico, el universo
calla ante tal espectáculo. Y las luces juegan conmigo,
parecen venir a mí, quiero fotografiarlo, pero aquella
inmensidad no me cabe en el sensor. Baila, juega, sonríe,
se ilumina y se deja caer como polvo de estrellas que
es, desvaneciéndose, para poco después volver a tomar
forma y seguir bailando. ¡Es una de las cosas más bellas
que he visto nunca!
Así pasamos horas, que fueron una inmensidad, sentí
que la vida había sido generosa conmigo mostrándome
aquella maravilla natural, que años atrás sólo alcanzaba
a soñar.
Hoy quiero compartir este “privilegio” con todos los que
tengáis el mismo sueño, y os animo a hacerlo realidad, es
un viaje sencillo, al alcance de cualquiera que lo sueñe,
así que ¿por qué no? ¡Cumple un sueño!
Y si tienes dudas, escríbeme, estaré encantada de
compartir mi experiencia con quien lo necesite.
DATOS PRÁCTICOS:
Época para ir: de octubre a febrero es sin duda la mejor
temporada. Las noches son más largas siendo diciembre
el mes donde no llega a salir el sol.
Ropa: ya he comentado lo importante que es vestirse
adecuadamente. Recomiendo sistema de capas, para
poder ir abrigándonos o no según las circunstancias. En
los sitios cerrados hace mucho calor, y también se hacen
horas de coche cuando se sale a buscar auroras, por lo
cual mejor poder ponerte capas sobre la marcha.
Equipo: el frio hace que las baterías duren bastante menos,
por lo cual mejor llevarlas en algún bolsillo interior, lo
más protegidas del frio. Para fotografiar auroras lo mejor
32 Objectiu AFOSANTS Nº3 | Maig 2015
parece querer despertarme, y mis ojos no pueden dejar
de contemplar aquello. El silencio es místico, el universo
calla ante tal espectáculo. Y las luces juegan conmigo,
parecen venir a mí, quiero fotografiarlo, pero aquella
inmensidad no me cabe en el sensor. Baila, juega, sonríe,
se ilumina y se deja caer como polvo de estrellas que
es, desvaneciéndose, para poco después volver a tomar
forma y seguir bailando. ¡Es una de las cosas más bellas
que he visto nunca!
Así pasamos horas, que fueron una inmensidad, sentí
que la vida había sido generosa conmigo mostrándome
aquella maravilla natural, que años atrás sólo alcanzaba
a soñar.
Hoy quiero compartir este “privilegio” con todos los que
tengáis el mismo sueño, y os animo a hacerlo realidad, es
un viaje sencillo, al alcance de cualquiera que lo sueñe,
así que ¿por qué no? ¡Cumple un sueño!
Y si tienes dudas, escríbeme, estaré encantada de
compartir mi experiencia con quien lo necesite.
DATOS PRÁCTICOS:
Época para ir: de octubre a febrero es sin duda la mejor
temporada. Las noches son más largas siendo diciembre
el mes donde no llega a salir el sol.
Ropa: ya he comentado lo importante que es vestirse
adecuadamente. Recomiendo sistema de capas, para
poder ir abrigándonos o no según las circunstancias. En
los sitios cerrados hace mucho calor, y también se hacen
horas de coche cuando se sale a buscar auroras, por lo
cual mejor poder ponerte capas sobre la marcha.
Equipo: el frio hace que las baterías duren bastante menos,
por lo cual mejor llevarlas en algún bolsillo interior, lo
más protegidas del frio. Para fotografiar auroras lo mejor
32 Objectiu AFOSANTS Nº3 | Maig 2015
