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Una tarde con... Raúl Villalba
El angel y las esferas de la verdad
que viajan como su fantasía.
Comprometido y con unos valores que lo ensalzan como ser
humano, no pone remilgos en compartir todo lo aprendido.
Verle trabajar, es ser espectador de un número de magia,
porque Raúl es un mago.
Un mago de origen, un ilusionista capaz de obrar algo
sobrenatural partiendo de objetos y seres reales. Todo es
posible, si se puede imaginar. Y él, es capaz de imaginarlo
todo, y así, de una imagen tomada en cualquier lugar, mezclada
con otra y cuatro retoques, realiza su conjuro, sin olvidar la
goma de borrar y el desenfoque gaussiano, ¡et voilà!, sale
una imagen inconfundible, con su sello personal. Una imagen
donde lo real se convierte en lo irreal para convertirse en un
mundo imaginario. Sabe demostrar como pocos: CUANTO
MENOS, ES MÁS.
Tan sólo hay algo que no puede enseñar y eso es a soñar,
a imaginar, a inventar, porque eso está en la mente de cada
uno de nosotros. Él no puede prestar su capacidad para todo
ello. Una capacidad innata que deambula por los hemisferios
de su cerebro, donde ambos son dominantes generando una
mente más abierta y creativa, en la que muchos no creyeron y
acabaron rendidos a sus pies.
Te atrapa y te sumerge en un mundo fascinante del que no se
quiere escapar.
Raúl gana en las distancias cortas.
El hada y la elfa
Objectiu AFOSANTS Nº4 | Setembre 2015 9
